martes, 28 de marzo de 2017

Me desperté...

Me desperté y no oía ningún ruido.Bajé al salón y no ví a nadie. Empecé a llamar a mi madre cada vez más fuerte, pero no había respuesta. Mi pánico creció así como mi sensación de soledad y de abandono, que se extendió por todo mi cuerpo. Me quedé ahí esperando hasta que mis padres llegaron. Ellos me explicaron que no pasaba nada y yo creí haberme convencido de ello. Ahora me doy cuenta de que hasta hoy he querido seguir mi vida como si aquello no hubiera ocurrido, aunque dentro de mí ha estado esa sensación de soledad y abandono.

No hay comentarios:

Publicar un comentario