Este poema toma varias interpretaciones pero para mí Whitman exalta la propia existencia. El disfrute del
propio cuerpo, con todas sus grandezas y sus limitaciones. La
importancia del origen, del arraigo, como
identidad personal. Representa, como el nombre del poema lo indica, una
alabanza al propio ser, a la existencia.
En este caso, amarse a sí
mismo y cantar a la propia existencia no tiene nada que ver con el
narcisismo.
Es una manifestación
del aprecio por la existencia propia, que no va en disminución de la
existencia ajena.
Un verdadero canto a la vida, al presente.
En su concepción del mundo, Walt Whitman piensa que lo más relevante es el "estamos aquí". No importa ni el "estuvimos" ni tampoco el "estaremos", lo que nos llevaría a pensar que hace una referencia al famoso tópico latino "Carpe diem".
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